Despues de una Pesadilla.
En algun lugar de los Estados Unidos,
Fabricio un joven que a sus 17 años empieza a lidiar con su vida, ya que se encuentra confundido rrespecto a su orientación sexual.
Voy a conta mi historia… una historia como cualquier otra así es mi historia, la historia que a ti también te puede estar pasando o te puede pasar.
Todo comenzo a mis 17 años en mi ciudad cuando estudiaba en la High School. Yo estaba con mis amigos, ellos charlaban sus cosas mientras yo me alejaba distraidamente, siempre les buscaba defectos aunque no entendia porque, siempre algo de ellos me disgustaba en especial de Wilson.
¡ah! Se me olvidaba presentarme, ¡hola! Yo soy Fabricio, Fabricio del Valle, me pueden decir Fabricio, aunque para mis amigos soy Faby, así es como me llaman todos.
Bueno amigos mío este el colegio en el que studio, esta es la cancha de Basque ball. Me encantan los deportes, bueno amigos y estas tres chicas que vienen hacía a mí, ellas son el trio de locas
La hora de la cena.
Ahora vivo en esta bella casa, rodeado de lujos, comodidades… ese hombre de barba grande es mi padre, se llama Porfirio del Valle, la mujer que esta a su lado es mi madre, Ella se llama; Margarita Lopez de del Valle… y el chico que se lame hasta los vigotes con el muslo de pollo, ese es mi hermano mayor y se llama Luis Alexis del Valle… es guapo como yo verdad… la chica comelona que esta ahora mismo con la boca llena, esa es mi hermana, si la ven gordita es porque es muy comelona, Ella no come mucho solo traga, Ella se llama Monica del Valle, esta es mi familia, muy Linda mi familia es.
Terminamos la cena, todos estabamos en la hora de la camita, este es mi cuarto, bien adornado con muchos posters de chicas hot, bellas, sexy, por hay tengo revistas triple x, esta es mi compu, aquí es donde tomo mis deliciosas siestas en mi cuarto, este soy yo, un chico común y corriente, con tantos lujos que tengo; pero ni estos lujos pueden calmar la pena que por dentro llevo yo desde hace mucho.
La mañana del lunes.
6: 30 AM.
La alarma del reloj mañaero sonaba en la rrecamara del joven Fabricio.
La cocina.
Margarita la madre de Fabricio, preparaba el desayuno.
─ Margarita: ¡hijo! ¡hijo! Ya es hora de levantarse, el desayuno esta servido, mis amores vengan.
Luis Alexis y Mónica, hermanos de Fabricio se sientan a la mesa y comienzan el desayuno.
─ Luis Alexis: Buenos días mama.
─ Mónica: ¡hola mami! Buenos días mamita consetidora.
─ Margarita: Buenos días hijos ¿y qué pasa con su hermano?
─ Luis Alexis: lo de siempre, la vanidad, la tonta vanidad.
─ Mónica: parece una femenina como yo, peor que una mujer para alistarse.
─ Luis Alexis: hey si mama mi hermana tiene razón con lo que dice.
─ Margarita: muchachitos ¿qué esta diciendo?¿cómo se les ocurre hablar locuras a buena mañana?
─ Luis Alexis: tranquila mama, no es mala voluntad, es solo una bromita mañanera, usted sabes que a mi hermano lo queremos tal y como es.
─ Monica: si mami, no te enojes mamita linda.
─ Margarita: bueno, bueno ya apurense que no quiero que les agarre la tarde.
Fabricio se presenta a tomar el desayuno con sus hermanos y su mamá.
─ Fabircio buenos días mamita.
─ Luis Alexis: ¿por qué solo saludas a mama?
─ Monica:: hay que pesado eres Fabyto.
─ Margarita: bueno ya muchachos dejen de pelearse, por favor, que es ese comportamiento tan mal educado, apurense que se les va hacer tarde par air a colegio.
─ Monica: hay mami, por Faby no te preocupes tu sabes que él tiene a su amigo que lo recoge todas las mañanas, verdad Fabichys.
─ Fabricio: bueno y a ti que a caso te gusta mi amigo, porque sit e gusta te puedo hacer una sita con él.
─ Monica: hay estupido, tu crees que yo osea yo, que tu y yo tenemos los mismos gustos hay no Faby, ni en sueños.
Fabricio se enfurece y se va hacía afuera justo cuando llegaba su amigo con los demás chicos de su grupo.
─ Daily’s: hey men, ya apurate Faby.
─ Fabricio: hay voy men, espera hombre, ni que fuera tan tarde.
Otros de los amigos que viajaban, que por cierto también eran tres más incluyendo a Daily’s, otro de esos amigos añadio esto: “apresutate Faby, ya sabes que hoy tenemos que hacer la travesura que siempre hacemos diariamente.
Yo y mis amigos viajabamos en un solo carro por ir ahí divirtiendonos con nuestras ocurrencias, por lo cual teníamos tiempo para llegar al colegio, pore so teniedno transporte teníamos ese tiempecito libre para hacer una travesura, por ejemplo: un dá le votabamos el periodico al señor de la esquina. Otro día le botabamos el pan al vendedor de las mañanas. Otro día le ponchabamos las llantas al carro que conducía el del correo; y así sucesivamente hacíamos una trabesura por día antes de llegar al colegio”. Cabeze de decir que yo no estaba de acuerdo en lo que hacíamos, pues no me parecía divertido como lo aparentaba; pero no manifestaba mi desacuerdo nunca.
Más tarde llegabamos al colegio, mis amigos y yo como siempre nos bajabamos del carro haciendonos ver, haciendonos sentir y provocando que nos admirarán cuando llegabamos en diferentes autos deportivos.
A lo lejos podia ver al engreido de Wilson, si ese que le da un beso a cada una de las chicas, ese es Wilson, uno de mis amigos, uno de los que más me repugnan, bueno eso creo, ni yo mismo se si lo odio o no.
Fabricio y sus amigos llegaban al colegio; él y sus amigos eran populares por ser los protagonistas del desorden, de los pleitos, eran populares por muy Buenos que eran en deporte del fútbol.
Llegamos al pabellon del recreo, Wilson se acerco y nos saludo a todos, yo como siempre le dije una barbaridad, no se porque lo hacía, no lo sabía lo prometo, me sentía mal de decirle cosas groseras; pero siempre se las decía aunque tres veces más a mi que a él. Para mi esto era muy; pero muy extraño como se podia odiar y a la vez no odiar, no me lo explicaba yo mismo.
─ Fabricio: ¿qué paso narizón?
─ Wilson: ¡que ondas amigo!
Mis amigos se saludaban entre si, mientras yo me sentía nada porque a él a las ofensas mías no les ponía atención, quizá yo pensaba que el decirle cosas a Wilson me llenaba, me hacía sentir bien, me hacía ser como mis amigos; pero en el fondo yo sabía que en mi había algo distinto, algo que me gritaba lo mal que me portaba con Wilson, no sabía que demonios pasaba en mi vida, parecía, no, no parecía o tal vez si parecía ser que lo envidiaba, que lo quería, no sabía que era lo que yo sentía cuando lo veía, si lo odiaba o lo apreciaba.
─ Daily’s: ¿qué? ¿cómo estuvo el fin de semana?
─ Wilson: ¡uuuuh! Super emocionante, sensacional y el tuyo Faby, ¿qué tal de fin de semana?
─ Otro de los amigos dijo: hey si que ondas ¿qué hiciste este fin de semana Fabinis?
─ Fabricio: no, pues nada interesante; pero pinocho de seguro como siempre se fue de parrando y se perdio un buen rato, cuando sus papas le preguntaron ¿dónde paso ese rato? Él les mintio por eso es así de narizo verdad pinochito.
─ Daily’s: hey si wil, que orejotas tan grandes tienes, se ven más grandes que las de un burro.
─ Fabricio: hey si este man es como el lobo de caperucita roja… que narziota tan grande tienes Wilson.
─ Daily’s: es para olerte mejor Faby.
─ Fabricio: que orejonas más grandes tienes.
─ Daily’s: son para oirte mejor.
─ Fabricio: que ojudo eres Wilson.
─ Daily’s: son para verte major Fabito.
─ Fabricio: que bocona más enorme tienes Wil.
─ Wilson: es para decirte lo torpe que sos.
Sabía yo muy bien que con cada cosa que le decíamos a Wilson, lo hacíamos sentir mal, solo que él no se ofendia porque él era un chico con caracter, tomaba las bromas tan pesadas por el lado amable; pero yo no se, había algo que Wilson veía en mi, porque por muy grosero que yo fuera él me seguía, me veía, quería ser mi amigo, no entendia como podia él soportarme en tanta insolencia mía.
A la hora del futbol yo era increiblemente bueno; pero él jugaba super mejor que yo, me enfada porque las chicas lo alababan más que a mí, yo me reunía con mis amigos y les sugería ir hacer ridiculizar a Wilson delante de sus admiradoras, parecía que yo, si yo estuviera celoso de que otras personas se le acercarán a él.
─ Fabricio: ese bicho estupido me cae tan mal, se cree tanto.
─ Daily’s: ¿por qué te cae tan mal si el morro ese es bien onda?
─ Uno de los otros amigos le dijo a Fabricio: si, si hasta parece que ama ser nuestro juguete favorite cuando lo molestamos con las peladeces que le decimos.
─ Fabricio: no se, me cae tan mal ese frentudp.
─ Daily’s: hey Faby ¿qué te pasa brother? ¿por qué detestas tanto a Wil? Le tienes envidia.
─ Fabricio: yo envidia aun muerto de hambre, narizon, frente de chivo, escalera humana, no amigos se nota que ustedes si estan chifladicimos, yo tengo mucho más que ese ¡ja! Envidia yo, si como no.
─ Deilys: es que tu insultas y ofendes muy pecimo al pobrecito de Wilson.
─ Fabricio: me cae mal ese mono baboso, eso es todo, él se la llevaba de muy, muy, dis que es más inteligente que nosotros.
─ El amigo dijo: lo es, es más inteligente, por algo es el sobresaliente del ciclo.
Nadie ni yo mismo alcanzaba comprender el odio que sentía por Wilson, ese odio que hacía surgir en mi el deseo de disculparme con él, pero por verguenza no lo hacía pensaba que ¿qué dirían de mi mis amigos si me vían disculparme con ese bato? Aproposito cabe decir que Wilson festejaba los goles conmigo abrazandome y yo le maltrataba aun así, también supe que para muchas chicas yo era el mister amargado, él, Wilson, me defendia cuando ellas decían algo de mi, él me defendia apesar de lo mal que lo trtaba yo.
A veces yo quería ser sabio para saber que había dentro del corazón de Wilson, que lo hacía defenderme por encima de todo, para saber porque Wilson ante todo lo que le hacía yo, no me odiaba, él no me podia odiar, es más me apreciaba cada vez más que de lo que se puede apreciar a alguién.
En las horas de las clases estabamos en el mismo salón, yo por un rraro deseo volteba a a ver a Wilson, y él me veía con una sonrisita, no se si con eso me hacía quererlo como amigo o ganarle más odio, por esa sonrisa de no se que.
Cuando salíamos del colegio, mis amigos me devolvían a mi casa, yo llegaba a casa, mi mama y mi papa no estaban ya que trabajaban para sostener nuestro hogar, yo me preparaba un enparedado, claro con la ayuda de la señora que trabajaba en el servicio domestico de mi casa, luego de preparer el enparedado me lo llevaba a mi cuarto, me encerraba bajo llave, me acostaba en la cama y comenzaba mi tortura cuando decidia a destapar mi cajita de Pandora, la cajita que ocultaba un sufrimiento propio.
Sentía impaciencia, inquietudes, miedos, fantasmas dolorosos, a veces me sentaba a la horilla de la cama, bajaba mi Mirada al piso, me dejaba caer con golpe, cayendo sentado y comenzaba a sentirme solo, deprimido, lloraba, rabiaba, me odiaba yo buscando una rrespuesta a una pregunta eternal, que por años la traía trabada a mi garganta, una palabra que odiaba y que no podia pronunciar, solo eso era mi peor dolor, mi peor pesadilla.
─ Fabricio: ¿quién soy yo? ¿quién soy yo? Solo quiero saber ¿quién soy yo? ¿quién? No puedo ser eso, no maldita sea no puedo serlo, no quiero ser eso ¿cómo enfrento eso? ¡Dios, Dios mío! Dios, ¿dondé estas tu Dios? ¿dondé andas ahora que este dolor me invade el ama? No quiero ser esto, no puedo ser esto, Dios, nunca te he pedido nada, tu conoces mi secreto, solo te pido, te suplico, te implore con llanto, no permitas que yo sea esto que no quiero.
Me tiraba al piso, me arrodillaba y en llanto pedía clemencia, suplicaba por no ser lo que creía ser, porque sabía que yo era alguién rraro, más que rraro me daba miedo de pensarlo, de tal miedo que ni esa palabra podia pronunciar, ni la palabra de lo que creía ser podia yo pronunciar. Yo sabía que era un chico extrañamente rraro, a mis 17 años jamás había tenido una chica, una novia, no sabía como hablarle a una, no sabía como decirle algo bonito, hermoso a una chica, no sabía ni si quiera besar, vivía metido de cabeza en lose studios, aunque no niego curiosidad por besar si tenía.
─ Fabricio: ¡Dios! ¿qué hacer con estas dudas que queman mi cuerpo? Con este resto de preguntas que yah go, como rrespondeme a mí mismo ante mis dudas ¿cómo? Respondeme como le hago.
Me veía al espejo, odiaba saber y no saber lo que yo era, a veces creía saber lo que quería de mi vida sexual, el miedo quizás se me volvía una era inmenza, el miedo me hacía imaginarme lo maltratado que sería si aceptaba eso que odiaba ser.
─ Fabricio: ¡espejo, espejo! ¡oooh espejo, espejito! Dime ¿quién soy? Dame esa respuesta anciada, dime ¿quién el de este reflejo similar al mío, es que yo no quiero, eso no soy yo, dime que no soy yo… no quiero, no quiero ser eso, yo no, ¿por qué a mí Dios? ¿Cómo aprenderé a vivir con eso? Yo no quiero ser lo que pienso que soy, es más me da miedo solo de pensarlo, solo de intentar decir esa palabra que dentro de mi diccionario no la incluyo.
Llorar sufriendo dudas era mi cruz, vivía preguntandole a Dios ¿por qué me hiso eso a mí? Le pedía que me harrancará la vida, quería suicidarme; pero a la hora de hacerlo no lo conseguía, no podia suicidarme, decía yo que la vida era bella, que yo quería ser alguién en la vida y mi sueño era ser un conductor de show en TV.
─ Fabricio: ¡espejo, oh espejo! Dime ¿cómo les rrespondo a mis padres? ¿qué les digo? ¿qué? Por todos los cielos, dimelo ¿qué han de decir de mi por esto? Mis maigos, mis hermanos, mis padres ¿qué dirán? ¡Dios, Dios! ¿ por qué me hiciste esto? ¿por qué me creaste así? Yo soy una aberración de la vida, seré el motivo de verguenza para mis padres y hermanos, señor Dios, si me curas te prometo entregarte mi vida; pero como saber si me has curado, ¿cómo? Si me tiene que gustar una chica verdad, tengo que tener novia verdad.
Incontenible en llanto golpeaba el espejo con mi puño y es que tontamente le pedía lo imposible al espejo, como iba hablarme un espejo, estaba yo muy loco para andar suelto. Me sentía estupido buscando una rrespuesta que por miedo no aceptaba, me sentía inpotente, solo, triste, ahogado en un vaso de agua, deciado, me la pasaba entre llorando a solas y fingiendo felicidad ante todos. Llevaba ya, yo sobre cinco años cuestionandome ¿quién era yo? ¿por qué todos los amigos de mi grupo habían tenido novias y yo no? eran cicno años de lágrimas, de soledad, de reproaches a mi mismo, diciendo que no debía nacer, que mi madre debio abortarme antes de nacer, queriendo exigirle a Dios que me dejará hacer mi voluntad, cinco años llenado de reproaches inutiles a Dios, nadie sabía que yo vivía preguntandome, cosas que si era sincero yo conocía o decía conocer mi respuesta a la que siempre preguntaba de diversas formas, solo era que yo no lo aceptaba, no admitia esa respuesta dentrod e mi vida.
Esos cinco años, yo sentía que mi vida ya no era vida, que tenía un alma sin vida, caminaba sin sentido alguno, lo único que me hacía vivir era mi sueño de ser un alguién en la vida, el sueño de prepararme, la ilusión de ver a mama feliz, de ahí la vida mía no me importaba, llore y llore en el medio de una nada, de una guerra interna conmigo mismo, una guerra donde no hayaba paz. A veces soñaba tocar el cielo, soñaba que al fin era feliz, me casaba con una hermosa doncella, que tenía dos hijitos y que al lado de mi esposa tenía una bella familia, me soñaba exitoso; pero al despertar sabía que sonar no cuesta nada, sabía que aun estaba en una pesadilla, por años vivía esperando que algo bueno saliera Después de una Pesadilla.
Sabía que para Fabricio del Valle, los segundos, minutos, horas, días, meses y años eran eternos valles de sufrimientos, era un cobarde, un miedoso que temía a que sus dudas fueran rrealidad, desde mis doce la vida me había aprisionado en una celda invisible pero que me mataba a pasos a gigantados, porque deje de vivir para pasar al mundo de las dudas, al mundo donde buscaba una respuesta a tanta insertidumbre, solo el colegio con last areas me ayudaba a distraerme de mis problemas.
Amigos en el colegio, en mi casa, donde quiera que yo estuviera, ante los que me veían yo era una mentira, era un hipocrita, hacía actos desagradables, actos que no quería y me dolíanhacerlos, pero todo eso era porque yo quería ser como mis amigos, un chavo activo, vago, aunque eso no fuera muy bueno; pero me alejaba de pensar en aquello que no se iba de mi.
La noche.
Cuando caía la noche, la criada había servido la cena, todos nos sentamos a la mesa, como la familia muy feliz que eramos.
Mama me ordeno dar las gracias a Dios por la cena; pero yo me negue, a lo que papa reaccion, si pap’a me also la voz mandandome a cumplir lo que mama me pidio, y yo le di gracias a Dios; pero no lo hacía feliz de la gana, porque estaba anojado, por lo que le pedi y no me cumplía aun.
Después que habíamos cenado, mi hermanos conto a papa que traería a casa a cenar a su novia que por cierto era una muchacha fodonga y bonita, luego Monica se puso a decirme cuando tendría yo una novia, hacienda con esto que yo me enfadará.
─ Porfirio: pues traila a cenar hijo, estaremos en cantados de recibirla en nuestra casa, sera un honor conocer a mi futura nuera.
─ Margarita: así es hijo, haremos una deliciosa lazaña, preparemos otros bocadillos extras.
─ Monica: y tu Faby, ¿cuándo tendrás una novia?
─ Porfirio: Monica, a su hermano no le diga sobre nombres afeminados, ¿qué es eso de Faby? El no es un marica, él es un hombre de verdad, mis hijos son hombres no maricones.
─ Fabricio: permiso, voy a mi cuarto.
─ Porfirio: ¿qué le pasa a usted? ¿por qué se la pasa encerrado en el cuarto? Acaso consume drogas o ¿qué?
─ Fabricio: me lleva la que no me trajo, todos ustedes quieren manejar mi puerca vida, quieren decider ¿qué digo? ¿qué hago? ¿cuándo tendré novia? ¿dondé debo y comó debo estar? ¿qué quieren de mi? ¡oh my god! Haganme una lista y pasenmela tal vez así comienze hacer lo que ustedes quieran.
Fabricio se marcho a su cuarto, su madre lo persiguio, entraron juntos al cuarto del joven. El joven se sento en la cama, volvió a dejar caer su mirada, su madre se le acerco, le tomo la mandibula “quijadas”, y condelicadeza le hablo.
─ Margarita: soy tu mama, te cargue en mi vientre por nueve meses, aquí en mis brazos te andube muchos años, conozco a mis hijos y tu eres uno de mis hijos mi amor.
─ Fabricio: y ¿qué quieres mama? Estoy harto de todos, todos quieren dirigirme, nadie piensa en mi, nadie.
─ Margarita: primero que nada no me grites.
─ Fabricio: y ¿cómo quieras que responda?
─ Margarita: de un tiempo para aca, tu humor se ha vuelto negro, no ries con ganas de reir, vives de mal humor, hijo se que en tu alma hay mucho sufrir, muchos sufrimientos.
─ Fabricio: mama, un favor si, please.
─ Margarita: si, hijo.
─ Fabricio: no me mimes, no quiero mariconadas, todo lo que tiene que ver con maricones no me importa, lo odio.
─ Margarita: hijo, hijo mío, hijo confía, cuenta conmigo, dime lo que sucede, si no confías en mi, entonces ve a ver a un psicologo, cuentale lo que te preocupa, ellos no contrarán nada de lo que les cuentes.
─ Fabricio: para que, no me importa ver un estupido e invesil psicologo, yo estoy bien, de donde sacaste que estoy coco.
─ Margarita: no, no estas bien, desde tus doce años cambiaste mucho radicalmente, te volviste con resentimientos por la vida, yo lo se, yo siento tu sufrir y sufro porque tu no eres ni quieres que otros sean felices, madura hijo.
─ Fabricio: no soy un fruto que se madura mamá, y déjame solo, por todos los cuelos vete, a quien le importa si muero de dolor o no.
─ Margarita: cuando estes listo para hablar, no temas de mi, no voy a juzgarte, voy a escucharte hijo, te entenderé creelo. “la sra. Margarita intenta marcharse, su hijo le habla y ella se devuelve”.
─ Fabricio: mamá, mami.
─ Margarita: si, hijo.
─ Fabricio: perdón, perdoname, tu eres la menos culpable de esto, perdona mi odio conmigo mismo.
─ Margarita: mi niño, tu sabes que una madre lo sabe todo de un hijo, una madre siente y sufre con el hijo.
─ Fabricio: mami, quiero irme lejos, muy lejos de Estados Unidos.
─ Margarita: ¿para que mi niño hermoso?
─ Fabricio: deseo estudiar lejos de aquí, quiero cortar rrelaciones familiares y amistosas que me afecta en el fondo de mi ser.
─ Margarita: no, no mi niño.
─ Fabricio: mami si me quedo aquí, nunca sere feliz, nunca saber lo que yo quiero saber, viviré oculto, viviré con un fuego que me queme por siempre y me volveré más amargado de lo que ya soy, en simples palabras quiero descubrirme y aceptar lo que la vida tenga deparado para mi… déjame volar como el pichoncito que vuela del nido cuando sus alitas crecen.
─ Margarita: déjame y lo consulto con papa, que conste que yo no quiero que te vayas mi niño.
─ Fabricio: hecho convencelo, tu puedes mami, eres la campeona de las convencedoras.
Estaba yo cansado de la rutina, cansado de llanto que gemía noche tras noche, quería irme lejos, aun lugar donde llorar lo hiciera con libertad, sin temer a que me descubieran llorando por no saber la respuesta a la mayor de mis preguntas ¿quién era yo? Quizá alejarme me haría aceptar lo que yo no quería aceptar, y que tenía la casi seguridad de que era yo lo que yo sabía que era y no lo admitía.
Como todas las noches de mi vida, yo me dedique a encerrarme con llave, me puse a ver los videos de chicos besandose entre si, repudiaba lo que hacían; pero a la vez tan extrañamente me gustaba verlos y me causaban no se, curiosidad.
A veces me paseaba por ka habitación, me quedaba quieto y de pie por largos ratos acariciandome el rostro, sintiendo como si unas manos que acariciaban mi cuerpo, pero al despertar me abofeteaba solo por pensar tan estupidamente.
Me acostaba, leía novellas de caballería, mientras leía pensaba rraramente en Wilson, era tan rraro que veía su reflejo en las hojas del libro que leía, a veces decía yo “será que tanto odio o es tanto amor el que me hace verlos hasta en las hojas de un libro”, y terminaba diciendome que yo era un taranbana por decir que tanto amor, porque decir que tanto amor, si se suponía que yo era un hombre, un macho de verdad como todos los de del Valle.
Eran exactamente las once con quince minutos, me reifero a que eran las once pero de la media noche, mi teléfono cellular timbraba y una llamada entraba y esa llamada era de Wilson, por lo que la atendi tan pronto lo vi.
─ Fabricio: que ondas Wil, una fiesta en tu casa, en la zotea del edificio de donde vivies, nombre men la ultima fiesta tuya a la que asisti, la poli nos metio en problemitas, no olvidalo, no cuentes conmigo, de todos modos las fiestas no me gustan y más cuando los chavos se enborrachan y llevan striper.
La mañana del sábado. – El fin de semana.
La mañana de este fin de semana papá y mamá me dieron una sopresa que yo esperaba; pero que no la recordaba y es que cuando yo estaba terminando de vestirme, entraron ellos muy contentos hasta dandose besitos.
─ Fabricio: y esa alegría.
─ Porfirio: no hijo, solo que me alegra cuanto has crecido; te has hecho todo un hombre.
─ Margarita: consegui de tu padre el permiso para tu viaje, para que te vayas cuando tu lo dispongas a donde tu quieras.
─ Fabricio: el proximo sábado, si el proximo sábado me voy.
─ Porfirio: tan luego.
─ Margarita: pero si el proximo sabado es ya.
─ Fabricio: pues ese es mi deseo.
─ Margarita: pues no hay más que hacer.
─ Fabricio: me voy a Francia.
─ Porfirio: hijo, por dinero no te peocupes, te deposite una fuerte suma de dinero en estas targetas, estan a tu nombre, yo estaré alpendiente de ti.
Mis padres con tristeza me dejaban levanter el vuelo; pero ellos no sabían que yo tenía miedo por elllos, por darles una verguenza, yo estaba cansado de esconder algo que me pesaba, quizá la distancia me serviría para liberarne… estaba apunto de explotar de tanto sufrir, estaba por morir de tanto esconder las heridas que tanto me duelen, ahora si sabía que en tan solo diez días me marcharía de los Estados Unidos a Francia.
Después de una Pesadilla, habrá algo bonito, al menos lograré mis sueños, se que tendré algo bonito en la vida, valdrá la pena vivir por un sueño que ha sido mi meta desde hace mucho tiempo, una meta que a no ha tendio barreras en medio de esta pesadilla infernal.
En mi interior había algo que yo sentía, era como que si pronto iba a dejar de sufrir, era como si mi vida estuviera apunto de tomar un nuevo rumbo.
Tenía sentimientos encontrados, porque mientras sentía una gran felicidad y un gran descanzo en mi alma al saber que iba a estar lejos po un tiempo de todos los que me conocían y soñaba con un cambio que aunque no sabía que era yo, en el fondo estaba seguro de que algo bueno venía para; pero también sentía tristeza de alejarme de las personas a quienes yo más he amado en esta vida, sin dejar de mencionar a ese amigo que tanto molestaba y decía odiar; pero que en el fondo de mi ser sabía que lo apreciaba mucho, muchisimos más de lo que yo imaginará.
Por la tarde, mis amigos y yo nos fuimos a la zotea del edificio donde vive Wilson, le ayudamos a preparar todo para la fiesta de la noche, pues había desde cigarettes, vinos, cervezas, bocadillos, hasta agua ardiente, al parecer todo daba a que sería una gran pachanga a lo alto como solo nosotros lo sabíamos hacer.
Yo intentaba levanter unas tres cajas de cervezas de un solo golpe; pero como era mucho el peso no podia solo entonces Wilson se aproximo y me ayudo, pero en su ayuda sin darme cuenta, no se si con intención de él, tocoo mi mano de una manera distinta, cuando eso paso, mi cuerpo comenzoa temblar como nunca, yo no se como explicar lo que yo sentía aquí dentro de mi corazón, había algo en él que yo veía que sentía desde que loo conocí, pero que hasta hoy con ese roce de su mano descongele ese sentimiento que es tan magico y atemorizante a la vez, porque esto no puede ser.
El era quien me trasportaba hasta el cielo asiendome sentir las emociones más bonitas que yo jamás había experimentado, tanto así que parecía que subieran mil ormiguitas por los pies; pero el encanto se termino cuando sentimos que los chicos venían subiendo hacía la zotea.
La noche se nos vino, yo fui a casa de Wilson, ahí me vesti con otra ropa que traía en mi mochila de colegio.
─ Wilson: Faby, ¿por qué me insultas y me ofendes? Te sientes bien al hacerlo. Fabricio: no, no te importa.
─ Wilson: para mi tueres lo major de lo major, desde que te conocí yo he estado contigo por siempre, eh soportado tus petulancies, porque si me has ridiculizado, pero que crees te te quiero mucho y me vale lo que digas aun que me duela me olvido y así de fácil.
─ Fabricio: sal del cuaarto, déjame vestir.
─ Wilson: vistete aquí que no eres hombre, con que te vea no te voy a comer, no te gusta que te vean vestirte.
─ Fabricio: bueno si quieres show gratuito te lo daré
Cuando yo me desveti quedando en ropa interior, aquel cuyo chavo era mi amigo se hacía el tonto para que en descudidos dirigir la mirada hacía mi, vi que se me quedaba viendo fijamente como cuando la saliaba se le hace agua a uno, ahí fue que comprendi que yo le gustaba a Wilson, ahora mi pregunta era ¿y yo qué sentía por él? Era odio o era amor, sabía que una de las dos cosas era rreal en mi y en él, no meinto, no lo niego temía mucho a lmi respuesta salida de mi propio yo.
─ Wilson: del odio al amor solo hay un paso como también dicen que del amor al odio solo hay un pasito también.
─ Fabricio: ¡y! ¿qué con eso?
─ Wilson: quien tea ma hoy mañnana te puede llegar a odiar como nunca lo pienses.
Wilson había salido del cuarto, yo me quede solo, amargas lágrimas corrían por mis mejillas, sentía que lo que él me dijo me dio al corazón aunque de dientes para afuera mintiera bien.
Ahora sabía y co mprendía a quien yo más quería y por quien yo esperaba aceptar cuando terminará esta pesadilla del ma sueño que estaba viviendo, como era possible que pensará en amor con un hombre. Wilson seguramente me vio dandome golpes al pecho y se acerco a mí trayendo entre sus mano un pañuelo el cual había extraido de la bolsa de su camisa, con ese pañuelo me seco las lágrimas y me dijo algo que me intrigo mucho y que si era inteligente lo entendería, y claro que lo entendi solo que me lo trague por cobarde.
─ Wilson: yo tarde algunos años en aceptarlo,, unos tal lo aceptan más rápido que otros; pero hay otros que tal vez nunca lo acepten y vivan atormentados mtandose solos en su machismo; pero solo cuando te aceptes serás libre de tu amargura, podrás reir con ganas de reí y amar de verdad, solo cuando aceptes lo que no quieres aceptar por miedo, solo cuando eso pase serás tu mismo.
─ Fabricio: que te retires eh dicho.
─ Wilson: no sere yo quien te lo diga otra vez, si no que mañana te lo dirá la misma vida; pero eso si, trata de aceptarlo para que te libres de tus amarguras.
Wilson guardo el pañuelo dentro de la bolsa de mi camisa, se dio la media vuelta y se fue. Salio y se fue a la sala, donde se sirvio una copa de buen vino, eso lo se porque lo estube vigilando todo el tiempo.
─ Wilson: duele el amor, duele amar y no ser amado, esta vez el amor me esta matando sin piedad.
Ya en la noche cuando todos llegamos, todo estaba muy hermoso, bailabamos y tomabamos desenfrenadamente. La fiesta se puso colorida cuando Daily’s, contrato un grupo de chicas hermosas, eran especiales bailarinas que animaron la noche mucho más de loq ue ya estaba, yo con unos traguitos demás me diverti al maximo, subi al scenario, baile con ellas dejandome desnudar por ellas, fue una loca, hermosa y sabrosa noche, me la pase incredible, sabiendo que esta era mi ultima noche con ellos.
Todo termino nice hasta que yo anuncie que me iba de viaje, lo chicos cambiaron su humor, se pusieron trsites, vi con dolor como sus rostros se entrristecieron; pero a la vez hicieron un brindis por mi, en especial Wilson quien se hiso sentir con las palabras que dirigio.
─ Wilson: chavos levantemos las copas y brindemos para que aquí al amigo le vaya muy bien, que nunca se olvide de los que lo amamos, que en su nueva vida despierte de la pesadilla en la que cree Dios lo durmio, que cuando despierte se de cuenta que esa pesadilla no soñara más, que un día despertará teniendo por resultado de la pesadilla un Amor de sueños, porque Después de una Pesadilla, encontrará nuevamente su alegría.
─ Daily’s: salud a la salud de nuestro amigo.
Veía que Wilson quería llorar, los chavos lo abrazaban y yo como un estupido congelado me quede de aquellas palabras que me dijo él.
Más tarde mis amigos se fueron a sus casas, yo me quede por hablar con Wilson, a mis amigos les invente que papa pasaría a recogerme al rato, después Wilson me invito a un lugar especial donde nos pusimos a ver las estrellas, veíamos ese brillar hermoso de las estrellas con el dorado color de la bella luna plegada al resplandor de celeste cielo.
─ Wilson: te gusta.
─ Fabricio: claro, claro, es hermopso el paísaje, nunca había observado detenidamente las estrellas y la luna, es que es sencillamente un scenario libre y hermoso.
─ Wilson: ¡no te vayas!
Yo te voltee haber a Wilson, que me pedía que no me fuera y le dije yo con la misma.
─ Fabricio: Wilson ¿por qué me pides eso? ¿por qué Wilson?
─ Wilson: acaso no lo has notado Fabiruchy, acaso no estan evidente Faby.
─ Fabricio: evidente, notar, haber, haber ¿no tar qué?
─ Wilson: ¡tea mo!
─ Fabricio: pero… ¿?
Wilson no me dejaba hablar, me puso un dedo en mis labios y cayó mi voz, comenzo a vereme fijamente como ignotizandome, se acerco a mí y me beso, me beso a mí, mi primer beso, él me beso y lo peor es que yo no lo separé de mi, yo me quede elado del beso, elado que no rrespondi nada, aquel beso magico bajo las estrellas, bajo la belleza que la noche ofrecía ese beso fue un beso magistral, un beso de, de Amor.
Wilson acariciaba mis mejillas, acariciaba mi cuerpo tal y como lo había sentido, como ya otra vez en mi cuarto lo había imaginado, me deje llevar y cuando rreaccione Wilson simplemente solo me veía mientras me acariciaba tiernamente como si fuera yo el amor de su vida.
─ Wilson: amarte en silencio ha sido lo más dificil, perdón, perdona lo que hice; pero si no lo hacía hoy siempre me habría quedado con las ganas de hacerlo, tenía que besar a la persona que amo, a ti.
─ Fabricio: yo… yo… yo, no puedo, no puedo, no debo, no es lo correcto, no puedo.
─ Wilson: te prometo que esperaré a tu regreso, porque se que cuando regreses volveras sin dolor, con luces vendras y un Nuevo amor comenzará para los dos entonces nuestra historia no habrá terminado si no que iniciará apartir de ahí.
─ Fabricio: no, no, yo no quiero, no puedo.
─ Wilson: te esperaré así muera en la espera de tu amor, yo se que vendrás por mi, yo se que te darás cuenta de lo mucho que me amas como yo.
─ Fabricio: yo no te piedo que esperes inutilmente, no te pido algo porque ni yo se lo que quiero, comprende tan solo quiero saber ¿quién soy yo? Perdona, debo irme.
─ Wilson: nunca te olvidez de que tea mo, te amaré, eres y serás mi único amor, mi primer amor, al primero que amo, eres tu.
─ Fabricio: yo no soy, yo no se.
─ Wilson: esa respuesta solo la tienes tu y el tiempo y la distancia te ayudarán a verlo de otra manera.
Deje de ir al colegio, me dedique a dar las gestiones para mi viaje, ya me faltaba poco, uno de estos días me la vivi pensando en aquel beso, el beso que no fue lo que yo pensaba es decir que no fue una aberración, el beso que me dio ese placer tan inexplicable.
─ La criada: joven, lo buscan.
─ Fabricio: ¿qué pase al cuarto?
─ Lacriada: si joven, permiso.
Poco después Wilson entro a mi habitación, iniciamos una conversación que sin proponerselo mama alcanzo a escuchar.
─ Wilson: he venido a tu casa porque te extraño demasiado, ya no has ido al colegio, ya aquel chico que me dice cuanto sobre nombre nombre se le ocurre ya no esta y me hace falta, aquel que ríe de mi, aquel que amo me ha dejado su haciento vacillo.
─ Fabricio: ¡callate! Yo no soy eso, yo no soy eso, yo no lo soy, yo no.
─ Wilson: es ovio que si lo eres, sal del close.
─ Fabricio: te lo adverti, te lo merecías por bocón.
─ Wilson: no este golpe no me lo esperaba, me golpeaste, perfecto te sientes más hombre por este puñetazo en mi rostro.
─ Fabricio: no puedo, no quiero, me averguenzo de ser yo, me averguenzo de mi, llevo cinco año llorando este maldito dolor, esta pesadilla que no me deja despertar, cinco años dejandome morir en vida por esto que odio tanto, yo se como odio a los gay, por eso me cuesta tanto pronunciar esta palabra, porque no es odio el que les tengo si no odio a mi mismo.
─ Wilson: tranquilo, llora sin pena que yo he llorado más, hasta el hombre más macho llora.
─ Fabricio: no quiero, yo no quiero esta vida, ¿que hago?
─ Wilson: pero ¿por qué? Si es tan normal.
─ Fabricio: no sabes lo que es vivir oculto, no sabes lo que es tartar de imitar a tus amigos para que no te noten que eres eso, no sabes lo que es temer a que te descubran y te repudien en tu familia y tus amigos, no sabes que horror es vivir pensado que descubran que soy eso, que sea lo que menos esperan de mi, no sabes lo que es vivir en el miedo, en la insertidunbre cuidando cada paso que das, no sabes lo que es vivir pensando a que cuando mi familia lo sepa me odie y me hechen a la calle, yo soy un inutil que he vivido de ellos y este miedo me esta destrozando en mil pedazos, no puedo ser aunque lo sea, no debo ser eso.
─ Wilson: dime una sola cosa.
─ Fabricio: dime. “Se seca las lágrimas con una tohaya”.
─ Wilson: sientes algo por mi, o el amor solo lo siento yo por ti.
─ Fabricio: rresponderte eso sería admitir que soy eso.
─ Wilson: y no lo eres, hay por favor Faby, has oido que dicen por ahí que Ojo de loca no se Equivoca.
─ Fabricio: largate, vete, vete, no quiero que me ensucies más, no quiero ser pervertido como tu.
─ Wilson: me voy; pero también me voy diciendote que te amo, y te aconsejo que te aceptes tal y como eres, ya eres así de nacimiento, no te hicieron eras desde que naciste, solo sit e aceptas un día serás feliz y ese día si quieres yo estaré aquí esperando por ti, no lo dudes.
Wilson me dijo me dijo cosas hirientes, ahora se que la verdad no peca pero si que incomoda mucho, tan grande era mi dolor que termine en el piso de rrodillas nuevamente como muchas veces atras, estaba ahora llorando y gritandole a Dios, sin saber yo que mama veía mi sufrir, un sufrir que a ella también le afectaría mucho, yo sabía que mama sabía que yo presentía que era anormal, si que era eso que me dolía decir.
─ Fabricio: ¿por qué? 168por qué vida maldita? No quiero esta vida, no la quiero toma, llevatela Dios, no te burles de mi, no quiero esta vida de perros, no quiero ser un mamayita como mi papa les dice a los maricas, no quiero ser un maricota, Dios apiadate de mi dolor, apiadate de mi que muero sin paz, apiadate de mi sufrir, de mi llanto, que duro eres conmigo, porque otros rien, gozan, y yo no ¿por queeé?
Llorar parecía ser mi deporte favorito, no quería esta vida de perros, total hoy decide darle fin a mi vida, me dispuse a ir a la habitación de mis padres, pensando yo que en casa solo estabamos la criada y yo, entre al cuarto de mis padres, nunca me percate de nada, no me fije que mama me seguía los pasos muy triste como yo.
Cuando entre al cuarto rebusque entre las gavetas de ropero, y en una de ellas estaba un arma de fuego, la saque del ropero, era una pistola 22, lo pense tres veces antes de sujetar la pistola entre mis manos, sabía que ese paso significaria el fin de mi vida, de mis sueños y que con ello no solo me mataría yo si no a mi madre también, porque el dolor carcome y eso lo sabía yo major que nadie; pero después de tanto pensarlo la tome y me la puse en los sentidos viendome al espejo, donde vi aquel horroroso episodio de mivida, era un cuadro desesperante, pero hasta ahí me habían llevado mis dudas, o mi valor para aceptarme yo mismo.
─ Fabricio: esto era lo que queries Dios, esto buscabas de mi, ya lo conseguiste, me has puesto en el punto donde me quiero suicidar, yo no quiero ser eso yo no, porque nunca me gusto una mujer, porque no pude ser como aquel que ríe, que goza, que tiene amigos y nos los critica como yo, como aquel que tiene novias y es muy feliz, ¿por qué yo no Dios? Tan diferente soy, ¿por qué? Disparate, matate, quitate la vida, anda presiona el gatillo que acaso hasta para eso eres un cobarde Faby, hasta para finalize con tu dolor eres un estupido que no tienes valor.
Mi madre entro, vi aquel rostro de madre bañado en lágrimas, no podia suicidarme frente a Ella, no podia matar a mi madre conmigo, no lo podia.
─ Margarita: hijo, mi amor, no, no lo hagas, te lo implore, si lo haces vas a matarme a mí contigo.
Aquellas palabras fueron disparos al corazón mío, a ese herido corazón, que repentinamente me deje caer al suelo, cai sentado y avente la pistola aun lado mío, mama cogio la pistola y la guardo en la caja de seguridad, volvió y platico un poco conmigo.
─ Margarita: ¿qué tienes hijo mío?
─ Fabricio: el alma si vida, el alma muerta, el corazón a puñaldo por mi mismo, una vida sin vida, sin colores, una vida sin gozo.
─ Margarita: hijo, ¿tan grave es lo que sucede que has llegado hasta querer suicidarte?
─ Fabricio: soy la verguenza de esta familia, soy un maldito desgraciado, soy la oscuridad, mama no se que soy, no lo se mami, por Dios, no se.
─ Margarita: hijo no es obligatorio saber lo que eres, además eres un chiquito, apenas tienes disisiete, vas para los diesiocho, deja al tiempo que te lo diga, el tiempo le dará respuesta a todas tus preguntas, eres joven, guapo, inteligente, que importa lo que seas si yo te amo, eres parte de mi, eresmi hijo preciosos, no te presiones mi amor, deja que las respuestas a tus mil dudas lleguen solas.
Mama procuraría cambiar mi vuelo para otra fecha más pronta de la que ya estaba predispuesta así fue que me decidí marcharme sin avisar, no sabía cuando volvería, solo sabía que mi viaje llevaba una condena pero que tendría que olvidar.
Los proximos días fueron dificiles hacienda los ultimitos preparativos para mi adelantado viaje y desgastando mi tiempo y mi mente en recordar aquel beso y aquellas palabras que quizás por mucho tiempo había esperado, y al fin cuando lo tuve frente a frente, no supe aceptar la rrealidad de mis sentimientos… así fue como aquel sábado por la mañana subi al coche de mi madre camino al aeropuerto, deje atras mis verdades, mis verdaderos sentimientos y en busca de una claridad mental, a la vez persiguiendo un sueño más haya de las barreras del amor y del afecto que dos personas pueden sentir la una por la otra, entonces yo sabía que ahora si me iba a encontra yo con mi verdad, que ahora si iba a conocer a mi verdadero yo, que iba a dejar atras los miedos cobardes, cuando todo eso pasará sabía que iba alcanzar mis sueños , mis grandes metas.
Con el paso de los años me dedique a estudiar, comenze a buscar ayuda professional como la de los psiquiatras, fui a reuniones con grupos de gay, así fue como descubri lo que yo había descubierto desde mis doces, eso que nunca aceptaba, ahora se que siempre supe que yo era Gay, gay ahora lo pronuncio sin miedo, con libertad, ahora se que soy de preferencia homosexual. Hoy podia mencionar la palabra gay sin miedo, sin dolor, sin temores, sin llantos, esperaba mi regreso.
8 Años después.
Ocho años después decidí volver de Francia ahora volvía convertido en otro, era yo, un chico de 25 años, del que fue Faby el amargado ya no había ni residuos, ahora regresaba un Faby triunfante, un Faby feliz, claro ser gay no siginificba para mi más que una preferencia sexual, ser gay me había enseñado amar sufriendo.
Me encuentro justo al frente de aquel restaurante de la esquina, donde salía comer con mis amigos, yo ando el coche te de mi papa, he decidido entrar para saludar, bueno a quienes me encuentre conocidos.
Justo cuando entraba muy alfondo del lugar en una mesita solito a Wilson, me encontré sorprendido, me miro fijamente, parecía no rreconocerme, a principio pensaba que era por mi barba, por mi diferencia fisica, así es él parecía no rreconocerme o más bien muy sorprendido de verme; pero rápidamente rreacciono, vino hacía mi, me abrazo y me dijo con una voz quebrada.
─ Wilson: ¡que felicidad es verte! Que sorpresa más grande me has dado; pero ¿cuándo volviste? ¿a que horas llegaste? ¿cómo me encontraste? Cuentame, pero Dios mío cuanta elegancia, es emocionante este momento.
Wilson no me dejaba ni hablar y no paraba de abrazarme y sin dejarme ni saludarlo, lo que me dijo fue que fueramos a aquel lugar donde por ultima y unica vez nos besamos, salimos del restaurante, subio al auto y sin cruzar palabra yo conducía y él hablaba como un loro, yo lo miraba con simpatía y sabía que el viejo sentimiento mío por él estaba vivo, como el de él por mi.
Llegamos a aquel lugar tan hermoso que nunca olvide de mis memorias, me volvio abrazar y me dijo algo tan sencillo y hermoso para mi.
─ Wilson: te acuerdas de mi promesa, te acuerdas de lo que te dije, que yo te esperería el tiempo que fuera possible,
Nos tomamos de la mano y sin mucho hablar ahí mismo supimos que eso era nuestro inicio, el gran comienzo de nuestro amor, borraríamos el pasado, el resto de ofensas mías, esas ofensas que solo hacía incrementar mi amr por él, sin saber nada del futuro; pero decidimos estar juntos
─ Fabricio: toda mi vida la desgaste en una pesadilla, sentía que no encajaba en ningún sitio del mundo, las personas que me rodeaban parecían estorbarme y ni en mi propia casa, ni en mi propia familia yo parecía encajar; pero sabes después de todo encontre mi camino, ese camino que había perdido, le pedi perdón a Dios, le prometi no apartarme nunca de Él, encontre mi camino después de todo, no se si sea bueno o malo, solo se que ahora siento que soy feliz, he logrado mis sueños, lo tengo todo mi familia, mi profesión y el amor, después de todo Dios me dio todo, si he logrado una rrelación estable y esto no acaba aquí porque se que aun hay mucho que vivir, nuevos retos, problemas que saber llevar como el resto de los mortals, nadie vive sin problemas en el mundo; pero puedo decir que vivo en un sueño Después de una Pesadilla.
Fin
En algun lugar de los Estados Unidos,
Fabricio un joven que a sus 17 años empieza a lidiar con su vida, ya que se encuentra confundido rrespecto a su orientación sexual.
Voy a conta mi historia… una historia como cualquier otra así es mi historia, la historia que a ti también te puede estar pasando o te puede pasar.
Todo comenzo a mis 17 años en mi ciudad cuando estudiaba en la High School. Yo estaba con mis amigos, ellos charlaban sus cosas mientras yo me alejaba distraidamente, siempre les buscaba defectos aunque no entendia porque, siempre algo de ellos me disgustaba en especial de Wilson.
¡ah! Se me olvidaba presentarme, ¡hola! Yo soy Fabricio, Fabricio del Valle, me pueden decir Fabricio, aunque para mis amigos soy Faby, así es como me llaman todos.
Bueno amigos mío este el colegio en el que studio, esta es la cancha de Basque ball. Me encantan los deportes, bueno amigos y estas tres chicas que vienen hacía a mí, ellas son el trio de locas
La hora de la cena.
Ahora vivo en esta bella casa, rodeado de lujos, comodidades… ese hombre de barba grande es mi padre, se llama Porfirio del Valle, la mujer que esta a su lado es mi madre, Ella se llama; Margarita Lopez de del Valle… y el chico que se lame hasta los vigotes con el muslo de pollo, ese es mi hermano mayor y se llama Luis Alexis del Valle… es guapo como yo verdad… la chica comelona que esta ahora mismo con la boca llena, esa es mi hermana, si la ven gordita es porque es muy comelona, Ella no come mucho solo traga, Ella se llama Monica del Valle, esta es mi familia, muy Linda mi familia es.
Terminamos la cena, todos estabamos en la hora de la camita, este es mi cuarto, bien adornado con muchos posters de chicas hot, bellas, sexy, por hay tengo revistas triple x, esta es mi compu, aquí es donde tomo mis deliciosas siestas en mi cuarto, este soy yo, un chico común y corriente, con tantos lujos que tengo; pero ni estos lujos pueden calmar la pena que por dentro llevo yo desde hace mucho.
La mañana del lunes.
6: 30 AM.
La alarma del reloj mañaero sonaba en la rrecamara del joven Fabricio.
La cocina.
Margarita la madre de Fabricio, preparaba el desayuno.
─ Margarita: ¡hijo! ¡hijo! Ya es hora de levantarse, el desayuno esta servido, mis amores vengan.
Luis Alexis y Mónica, hermanos de Fabricio se sientan a la mesa y comienzan el desayuno.
─ Luis Alexis: Buenos días mama.
─ Mónica: ¡hola mami! Buenos días mamita consetidora.
─ Margarita: Buenos días hijos ¿y qué pasa con su hermano?
─ Luis Alexis: lo de siempre, la vanidad, la tonta vanidad.
─ Mónica: parece una femenina como yo, peor que una mujer para alistarse.
─ Luis Alexis: hey si mama mi hermana tiene razón con lo que dice.
─ Margarita: muchachitos ¿qué esta diciendo?¿cómo se les ocurre hablar locuras a buena mañana?
─ Luis Alexis: tranquila mama, no es mala voluntad, es solo una bromita mañanera, usted sabes que a mi hermano lo queremos tal y como es.
─ Monica: si mami, no te enojes mamita linda.
─ Margarita: bueno, bueno ya apurense que no quiero que les agarre la tarde.
Fabricio se presenta a tomar el desayuno con sus hermanos y su mamá.
─ Fabircio buenos días mamita.
─ Luis Alexis: ¿por qué solo saludas a mama?
─ Monica:: hay que pesado eres Fabyto.
─ Margarita: bueno ya muchachos dejen de pelearse, por favor, que es ese comportamiento tan mal educado, apurense que se les va hacer tarde par air a colegio.
─ Monica: hay mami, por Faby no te preocupes tu sabes que él tiene a su amigo que lo recoge todas las mañanas, verdad Fabichys.
─ Fabricio: bueno y a ti que a caso te gusta mi amigo, porque sit e gusta te puedo hacer una sita con él.
─ Monica: hay estupido, tu crees que yo osea yo, que tu y yo tenemos los mismos gustos hay no Faby, ni en sueños.
Fabricio se enfurece y se va hacía afuera justo cuando llegaba su amigo con los demás chicos de su grupo.
─ Daily’s: hey men, ya apurate Faby.
─ Fabricio: hay voy men, espera hombre, ni que fuera tan tarde.
Otros de los amigos que viajaban, que por cierto también eran tres más incluyendo a Daily’s, otro de esos amigos añadio esto: “apresutate Faby, ya sabes que hoy tenemos que hacer la travesura que siempre hacemos diariamente.
Yo y mis amigos viajabamos en un solo carro por ir ahí divirtiendonos con nuestras ocurrencias, por lo cual teníamos tiempo para llegar al colegio, pore so teniedno transporte teníamos ese tiempecito libre para hacer una travesura, por ejemplo: un dá le votabamos el periodico al señor de la esquina. Otro día le botabamos el pan al vendedor de las mañanas. Otro día le ponchabamos las llantas al carro que conducía el del correo; y así sucesivamente hacíamos una trabesura por día antes de llegar al colegio”. Cabeze de decir que yo no estaba de acuerdo en lo que hacíamos, pues no me parecía divertido como lo aparentaba; pero no manifestaba mi desacuerdo nunca.
Más tarde llegabamos al colegio, mis amigos y yo como siempre nos bajabamos del carro haciendonos ver, haciendonos sentir y provocando que nos admirarán cuando llegabamos en diferentes autos deportivos.
A lo lejos podia ver al engreido de Wilson, si ese que le da un beso a cada una de las chicas, ese es Wilson, uno de mis amigos, uno de los que más me repugnan, bueno eso creo, ni yo mismo se si lo odio o no.
Fabricio y sus amigos llegaban al colegio; él y sus amigos eran populares por ser los protagonistas del desorden, de los pleitos, eran populares por muy Buenos que eran en deporte del fútbol.
Llegamos al pabellon del recreo, Wilson se acerco y nos saludo a todos, yo como siempre le dije una barbaridad, no se porque lo hacía, no lo sabía lo prometo, me sentía mal de decirle cosas groseras; pero siempre se las decía aunque tres veces más a mi que a él. Para mi esto era muy; pero muy extraño como se podia odiar y a la vez no odiar, no me lo explicaba yo mismo.
─ Fabricio: ¿qué paso narizón?
─ Wilson: ¡que ondas amigo!
Mis amigos se saludaban entre si, mientras yo me sentía nada porque a él a las ofensas mías no les ponía atención, quizá yo pensaba que el decirle cosas a Wilson me llenaba, me hacía sentir bien, me hacía ser como mis amigos; pero en el fondo yo sabía que en mi había algo distinto, algo que me gritaba lo mal que me portaba con Wilson, no sabía que demonios pasaba en mi vida, parecía, no, no parecía o tal vez si parecía ser que lo envidiaba, que lo quería, no sabía que era lo que yo sentía cuando lo veía, si lo odiaba o lo apreciaba.
─ Daily’s: ¿qué? ¿cómo estuvo el fin de semana?
─ Wilson: ¡uuuuh! Super emocionante, sensacional y el tuyo Faby, ¿qué tal de fin de semana?
─ Otro de los amigos dijo: hey si que ondas ¿qué hiciste este fin de semana Fabinis?
─ Fabricio: no, pues nada interesante; pero pinocho de seguro como siempre se fue de parrando y se perdio un buen rato, cuando sus papas le preguntaron ¿dónde paso ese rato? Él les mintio por eso es así de narizo verdad pinochito.
─ Daily’s: hey si wil, que orejotas tan grandes tienes, se ven más grandes que las de un burro.
─ Fabricio: hey si este man es como el lobo de caperucita roja… que narziota tan grande tienes Wilson.
─ Daily’s: es para olerte mejor Faby.
─ Fabricio: que orejonas más grandes tienes.
─ Daily’s: son para oirte mejor.
─ Fabricio: que ojudo eres Wilson.
─ Daily’s: son para verte major Fabito.
─ Fabricio: que bocona más enorme tienes Wil.
─ Wilson: es para decirte lo torpe que sos.
Sabía yo muy bien que con cada cosa que le decíamos a Wilson, lo hacíamos sentir mal, solo que él no se ofendia porque él era un chico con caracter, tomaba las bromas tan pesadas por el lado amable; pero yo no se, había algo que Wilson veía en mi, porque por muy grosero que yo fuera él me seguía, me veía, quería ser mi amigo, no entendia como podia él soportarme en tanta insolencia mía.
A la hora del futbol yo era increiblemente bueno; pero él jugaba super mejor que yo, me enfada porque las chicas lo alababan más que a mí, yo me reunía con mis amigos y les sugería ir hacer ridiculizar a Wilson delante de sus admiradoras, parecía que yo, si yo estuviera celoso de que otras personas se le acercarán a él.
─ Fabricio: ese bicho estupido me cae tan mal, se cree tanto.
─ Daily’s: ¿por qué te cae tan mal si el morro ese es bien onda?
─ Uno de los otros amigos le dijo a Fabricio: si, si hasta parece que ama ser nuestro juguete favorite cuando lo molestamos con las peladeces que le decimos.
─ Fabricio: no se, me cae tan mal ese frentudp.
─ Daily’s: hey Faby ¿qué te pasa brother? ¿por qué detestas tanto a Wil? Le tienes envidia.
─ Fabricio: yo envidia aun muerto de hambre, narizon, frente de chivo, escalera humana, no amigos se nota que ustedes si estan chifladicimos, yo tengo mucho más que ese ¡ja! Envidia yo, si como no.
─ Deilys: es que tu insultas y ofendes muy pecimo al pobrecito de Wilson.
─ Fabricio: me cae mal ese mono baboso, eso es todo, él se la llevaba de muy, muy, dis que es más inteligente que nosotros.
─ El amigo dijo: lo es, es más inteligente, por algo es el sobresaliente del ciclo.
Nadie ni yo mismo alcanzaba comprender el odio que sentía por Wilson, ese odio que hacía surgir en mi el deseo de disculparme con él, pero por verguenza no lo hacía pensaba que ¿qué dirían de mi mis amigos si me vían disculparme con ese bato? Aproposito cabe decir que Wilson festejaba los goles conmigo abrazandome y yo le maltrataba aun así, también supe que para muchas chicas yo era el mister amargado, él, Wilson, me defendia cuando ellas decían algo de mi, él me defendia apesar de lo mal que lo trtaba yo.
A veces yo quería ser sabio para saber que había dentro del corazón de Wilson, que lo hacía defenderme por encima de todo, para saber porque Wilson ante todo lo que le hacía yo, no me odiaba, él no me podia odiar, es más me apreciaba cada vez más que de lo que se puede apreciar a alguién.
En las horas de las clases estabamos en el mismo salón, yo por un rraro deseo volteba a a ver a Wilson, y él me veía con una sonrisita, no se si con eso me hacía quererlo como amigo o ganarle más odio, por esa sonrisa de no se que.
Cuando salíamos del colegio, mis amigos me devolvían a mi casa, yo llegaba a casa, mi mama y mi papa no estaban ya que trabajaban para sostener nuestro hogar, yo me preparaba un enparedado, claro con la ayuda de la señora que trabajaba en el servicio domestico de mi casa, luego de preparer el enparedado me lo llevaba a mi cuarto, me encerraba bajo llave, me acostaba en la cama y comenzaba mi tortura cuando decidia a destapar mi cajita de Pandora, la cajita que ocultaba un sufrimiento propio.
Sentía impaciencia, inquietudes, miedos, fantasmas dolorosos, a veces me sentaba a la horilla de la cama, bajaba mi Mirada al piso, me dejaba caer con golpe, cayendo sentado y comenzaba a sentirme solo, deprimido, lloraba, rabiaba, me odiaba yo buscando una rrespuesta a una pregunta eternal, que por años la traía trabada a mi garganta, una palabra que odiaba y que no podia pronunciar, solo eso era mi peor dolor, mi peor pesadilla.
─ Fabricio: ¿quién soy yo? ¿quién soy yo? Solo quiero saber ¿quién soy yo? ¿quién? No puedo ser eso, no maldita sea no puedo serlo, no quiero ser eso ¿cómo enfrento eso? ¡Dios, Dios mío! Dios, ¿dondé estas tu Dios? ¿dondé andas ahora que este dolor me invade el ama? No quiero ser esto, no puedo ser esto, Dios, nunca te he pedido nada, tu conoces mi secreto, solo te pido, te suplico, te implore con llanto, no permitas que yo sea esto que no quiero.
Me tiraba al piso, me arrodillaba y en llanto pedía clemencia, suplicaba por no ser lo que creía ser, porque sabía que yo era alguién rraro, más que rraro me daba miedo de pensarlo, de tal miedo que ni esa palabra podia pronunciar, ni la palabra de lo que creía ser podia yo pronunciar. Yo sabía que era un chico extrañamente rraro, a mis 17 años jamás había tenido una chica, una novia, no sabía como hablarle a una, no sabía como decirle algo bonito, hermoso a una chica, no sabía ni si quiera besar, vivía metido de cabeza en lose studios, aunque no niego curiosidad por besar si tenía.
─ Fabricio: ¡Dios! ¿qué hacer con estas dudas que queman mi cuerpo? Con este resto de preguntas que yah go, como rrespondeme a mí mismo ante mis dudas ¿cómo? Respondeme como le hago.
Me veía al espejo, odiaba saber y no saber lo que yo era, a veces creía saber lo que quería de mi vida sexual, el miedo quizás se me volvía una era inmenza, el miedo me hacía imaginarme lo maltratado que sería si aceptaba eso que odiaba ser.
─ Fabricio: ¡espejo, espejo! ¡oooh espejo, espejito! Dime ¿quién soy? Dame esa respuesta anciada, dime ¿quién el de este reflejo similar al mío, es que yo no quiero, eso no soy yo, dime que no soy yo… no quiero, no quiero ser eso, yo no, ¿por qué a mí Dios? ¿Cómo aprenderé a vivir con eso? Yo no quiero ser lo que pienso que soy, es más me da miedo solo de pensarlo, solo de intentar decir esa palabra que dentro de mi diccionario no la incluyo.
Llorar sufriendo dudas era mi cruz, vivía preguntandole a Dios ¿por qué me hiso eso a mí? Le pedía que me harrancará la vida, quería suicidarme; pero a la hora de hacerlo no lo conseguía, no podia suicidarme, decía yo que la vida era bella, que yo quería ser alguién en la vida y mi sueño era ser un conductor de show en TV.
─ Fabricio: ¡espejo, oh espejo! Dime ¿cómo les rrespondo a mis padres? ¿qué les digo? ¿qué? Por todos los cielos, dimelo ¿qué han de decir de mi por esto? Mis maigos, mis hermanos, mis padres ¿qué dirán? ¡Dios, Dios! ¿ por qué me hiciste esto? ¿por qué me creaste así? Yo soy una aberración de la vida, seré el motivo de verguenza para mis padres y hermanos, señor Dios, si me curas te prometo entregarte mi vida; pero como saber si me has curado, ¿cómo? Si me tiene que gustar una chica verdad, tengo que tener novia verdad.
Incontenible en llanto golpeaba el espejo con mi puño y es que tontamente le pedía lo imposible al espejo, como iba hablarme un espejo, estaba yo muy loco para andar suelto. Me sentía estupido buscando una rrespuesta que por miedo no aceptaba, me sentía inpotente, solo, triste, ahogado en un vaso de agua, deciado, me la pasaba entre llorando a solas y fingiendo felicidad ante todos. Llevaba ya, yo sobre cinco años cuestionandome ¿quién era yo? ¿por qué todos los amigos de mi grupo habían tenido novias y yo no? eran cicno años de lágrimas, de soledad, de reproaches a mi mismo, diciendo que no debía nacer, que mi madre debio abortarme antes de nacer, queriendo exigirle a Dios que me dejará hacer mi voluntad, cinco años llenado de reproaches inutiles a Dios, nadie sabía que yo vivía preguntandome, cosas que si era sincero yo conocía o decía conocer mi respuesta a la que siempre preguntaba de diversas formas, solo era que yo no lo aceptaba, no admitia esa respuesta dentrod e mi vida.
Esos cinco años, yo sentía que mi vida ya no era vida, que tenía un alma sin vida, caminaba sin sentido alguno, lo único que me hacía vivir era mi sueño de ser un alguién en la vida, el sueño de prepararme, la ilusión de ver a mama feliz, de ahí la vida mía no me importaba, llore y llore en el medio de una nada, de una guerra interna conmigo mismo, una guerra donde no hayaba paz. A veces soñaba tocar el cielo, soñaba que al fin era feliz, me casaba con una hermosa doncella, que tenía dos hijitos y que al lado de mi esposa tenía una bella familia, me soñaba exitoso; pero al despertar sabía que sonar no cuesta nada, sabía que aun estaba en una pesadilla, por años vivía esperando que algo bueno saliera Después de una Pesadilla.
Sabía que para Fabricio del Valle, los segundos, minutos, horas, días, meses y años eran eternos valles de sufrimientos, era un cobarde, un miedoso que temía a que sus dudas fueran rrealidad, desde mis doce la vida me había aprisionado en una celda invisible pero que me mataba a pasos a gigantados, porque deje de vivir para pasar al mundo de las dudas, al mundo donde buscaba una respuesta a tanta insertidumbre, solo el colegio con last areas me ayudaba a distraerme de mis problemas.
Amigos en el colegio, en mi casa, donde quiera que yo estuviera, ante los que me veían yo era una mentira, era un hipocrita, hacía actos desagradables, actos que no quería y me dolíanhacerlos, pero todo eso era porque yo quería ser como mis amigos, un chavo activo, vago, aunque eso no fuera muy bueno; pero me alejaba de pensar en aquello que no se iba de mi.
La noche.
Cuando caía la noche, la criada había servido la cena, todos nos sentamos a la mesa, como la familia muy feliz que eramos.
Mama me ordeno dar las gracias a Dios por la cena; pero yo me negue, a lo que papa reaccion, si pap’a me also la voz mandandome a cumplir lo que mama me pidio, y yo le di gracias a Dios; pero no lo hacía feliz de la gana, porque estaba anojado, por lo que le pedi y no me cumplía aun.
Después que habíamos cenado, mi hermanos conto a papa que traería a casa a cenar a su novia que por cierto era una muchacha fodonga y bonita, luego Monica se puso a decirme cuando tendría yo una novia, hacienda con esto que yo me enfadará.
─ Porfirio: pues traila a cenar hijo, estaremos en cantados de recibirla en nuestra casa, sera un honor conocer a mi futura nuera.
─ Margarita: así es hijo, haremos una deliciosa lazaña, preparemos otros bocadillos extras.
─ Monica: y tu Faby, ¿cuándo tendrás una novia?
─ Porfirio: Monica, a su hermano no le diga sobre nombres afeminados, ¿qué es eso de Faby? El no es un marica, él es un hombre de verdad, mis hijos son hombres no maricones.
─ Fabricio: permiso, voy a mi cuarto.
─ Porfirio: ¿qué le pasa a usted? ¿por qué se la pasa encerrado en el cuarto? Acaso consume drogas o ¿qué?
─ Fabricio: me lleva la que no me trajo, todos ustedes quieren manejar mi puerca vida, quieren decider ¿qué digo? ¿qué hago? ¿cuándo tendré novia? ¿dondé debo y comó debo estar? ¿qué quieren de mi? ¡oh my god! Haganme una lista y pasenmela tal vez así comienze hacer lo que ustedes quieran.
Fabricio se marcho a su cuarto, su madre lo persiguio, entraron juntos al cuarto del joven. El joven se sento en la cama, volvió a dejar caer su mirada, su madre se le acerco, le tomo la mandibula “quijadas”, y condelicadeza le hablo.
─ Margarita: soy tu mama, te cargue en mi vientre por nueve meses, aquí en mis brazos te andube muchos años, conozco a mis hijos y tu eres uno de mis hijos mi amor.
─ Fabricio: y ¿qué quieres mama? Estoy harto de todos, todos quieren dirigirme, nadie piensa en mi, nadie.
─ Margarita: primero que nada no me grites.
─ Fabricio: y ¿cómo quieras que responda?
─ Margarita: de un tiempo para aca, tu humor se ha vuelto negro, no ries con ganas de reir, vives de mal humor, hijo se que en tu alma hay mucho sufrir, muchos sufrimientos.
─ Fabricio: mama, un favor si, please.
─ Margarita: si, hijo.
─ Fabricio: no me mimes, no quiero mariconadas, todo lo que tiene que ver con maricones no me importa, lo odio.
─ Margarita: hijo, hijo mío, hijo confía, cuenta conmigo, dime lo que sucede, si no confías en mi, entonces ve a ver a un psicologo, cuentale lo que te preocupa, ellos no contrarán nada de lo que les cuentes.
─ Fabricio: para que, no me importa ver un estupido e invesil psicologo, yo estoy bien, de donde sacaste que estoy coco.
─ Margarita: no, no estas bien, desde tus doce años cambiaste mucho radicalmente, te volviste con resentimientos por la vida, yo lo se, yo siento tu sufrir y sufro porque tu no eres ni quieres que otros sean felices, madura hijo.
─ Fabricio: no soy un fruto que se madura mamá, y déjame solo, por todos los cuelos vete, a quien le importa si muero de dolor o no.
─ Margarita: cuando estes listo para hablar, no temas de mi, no voy a juzgarte, voy a escucharte hijo, te entenderé creelo. “la sra. Margarita intenta marcharse, su hijo le habla y ella se devuelve”.
─ Fabricio: mamá, mami.
─ Margarita: si, hijo.
─ Fabricio: perdón, perdoname, tu eres la menos culpable de esto, perdona mi odio conmigo mismo.
─ Margarita: mi niño, tu sabes que una madre lo sabe todo de un hijo, una madre siente y sufre con el hijo.
─ Fabricio: mami, quiero irme lejos, muy lejos de Estados Unidos.
─ Margarita: ¿para que mi niño hermoso?
─ Fabricio: deseo estudiar lejos de aquí, quiero cortar rrelaciones familiares y amistosas que me afecta en el fondo de mi ser.
─ Margarita: no, no mi niño.
─ Fabricio: mami si me quedo aquí, nunca sere feliz, nunca saber lo que yo quiero saber, viviré oculto, viviré con un fuego que me queme por siempre y me volveré más amargado de lo que ya soy, en simples palabras quiero descubrirme y aceptar lo que la vida tenga deparado para mi… déjame volar como el pichoncito que vuela del nido cuando sus alitas crecen.
─ Margarita: déjame y lo consulto con papa, que conste que yo no quiero que te vayas mi niño.
─ Fabricio: hecho convencelo, tu puedes mami, eres la campeona de las convencedoras.
Estaba yo cansado de la rutina, cansado de llanto que gemía noche tras noche, quería irme lejos, aun lugar donde llorar lo hiciera con libertad, sin temer a que me descubieran llorando por no saber la respuesta a la mayor de mis preguntas ¿quién era yo? Quizá alejarme me haría aceptar lo que yo no quería aceptar, y que tenía la casi seguridad de que era yo lo que yo sabía que era y no lo admitía.
Como todas las noches de mi vida, yo me dedique a encerrarme con llave, me puse a ver los videos de chicos besandose entre si, repudiaba lo que hacían; pero a la vez tan extrañamente me gustaba verlos y me causaban no se, curiosidad.
A veces me paseaba por ka habitación, me quedaba quieto y de pie por largos ratos acariciandome el rostro, sintiendo como si unas manos que acariciaban mi cuerpo, pero al despertar me abofeteaba solo por pensar tan estupidamente.
Me acostaba, leía novellas de caballería, mientras leía pensaba rraramente en Wilson, era tan rraro que veía su reflejo en las hojas del libro que leía, a veces decía yo “será que tanto odio o es tanto amor el que me hace verlos hasta en las hojas de un libro”, y terminaba diciendome que yo era un taranbana por decir que tanto amor, porque decir que tanto amor, si se suponía que yo era un hombre, un macho de verdad como todos los de del Valle.
Eran exactamente las once con quince minutos, me reifero a que eran las once pero de la media noche, mi teléfono cellular timbraba y una llamada entraba y esa llamada era de Wilson, por lo que la atendi tan pronto lo vi.
─ Fabricio: que ondas Wil, una fiesta en tu casa, en la zotea del edificio de donde vivies, nombre men la ultima fiesta tuya a la que asisti, la poli nos metio en problemitas, no olvidalo, no cuentes conmigo, de todos modos las fiestas no me gustan y más cuando los chavos se enborrachan y llevan striper.
La mañana del sábado. – El fin de semana.
La mañana de este fin de semana papá y mamá me dieron una sopresa que yo esperaba; pero que no la recordaba y es que cuando yo estaba terminando de vestirme, entraron ellos muy contentos hasta dandose besitos.
─ Fabricio: y esa alegría.
─ Porfirio: no hijo, solo que me alegra cuanto has crecido; te has hecho todo un hombre.
─ Margarita: consegui de tu padre el permiso para tu viaje, para que te vayas cuando tu lo dispongas a donde tu quieras.
─ Fabricio: el proximo sábado, si el proximo sábado me voy.
─ Porfirio: tan luego.
─ Margarita: pero si el proximo sabado es ya.
─ Fabricio: pues ese es mi deseo.
─ Margarita: pues no hay más que hacer.
─ Fabricio: me voy a Francia.
─ Porfirio: hijo, por dinero no te peocupes, te deposite una fuerte suma de dinero en estas targetas, estan a tu nombre, yo estaré alpendiente de ti.
Mis padres con tristeza me dejaban levanter el vuelo; pero ellos no sabían que yo tenía miedo por elllos, por darles una verguenza, yo estaba cansado de esconder algo que me pesaba, quizá la distancia me serviría para liberarne… estaba apunto de explotar de tanto sufrir, estaba por morir de tanto esconder las heridas que tanto me duelen, ahora si sabía que en tan solo diez días me marcharía de los Estados Unidos a Francia.
Después de una Pesadilla, habrá algo bonito, al menos lograré mis sueños, se que tendré algo bonito en la vida, valdrá la pena vivir por un sueño que ha sido mi meta desde hace mucho tiempo, una meta que a no ha tendio barreras en medio de esta pesadilla infernal.
En mi interior había algo que yo sentía, era como que si pronto iba a dejar de sufrir, era como si mi vida estuviera apunto de tomar un nuevo rumbo.
Tenía sentimientos encontrados, porque mientras sentía una gran felicidad y un gran descanzo en mi alma al saber que iba a estar lejos po un tiempo de todos los que me conocían y soñaba con un cambio que aunque no sabía que era yo, en el fondo estaba seguro de que algo bueno venía para; pero también sentía tristeza de alejarme de las personas a quienes yo más he amado en esta vida, sin dejar de mencionar a ese amigo que tanto molestaba y decía odiar; pero que en el fondo de mi ser sabía que lo apreciaba mucho, muchisimos más de lo que yo imaginará.
Por la tarde, mis amigos y yo nos fuimos a la zotea del edificio donde vive Wilson, le ayudamos a preparar todo para la fiesta de la noche, pues había desde cigarettes, vinos, cervezas, bocadillos, hasta agua ardiente, al parecer todo daba a que sería una gran pachanga a lo alto como solo nosotros lo sabíamos hacer.
Yo intentaba levanter unas tres cajas de cervezas de un solo golpe; pero como era mucho el peso no podia solo entonces Wilson se aproximo y me ayudo, pero en su ayuda sin darme cuenta, no se si con intención de él, tocoo mi mano de una manera distinta, cuando eso paso, mi cuerpo comenzoa temblar como nunca, yo no se como explicar lo que yo sentía aquí dentro de mi corazón, había algo en él que yo veía que sentía desde que loo conocí, pero que hasta hoy con ese roce de su mano descongele ese sentimiento que es tan magico y atemorizante a la vez, porque esto no puede ser.
El era quien me trasportaba hasta el cielo asiendome sentir las emociones más bonitas que yo jamás había experimentado, tanto así que parecía que subieran mil ormiguitas por los pies; pero el encanto se termino cuando sentimos que los chicos venían subiendo hacía la zotea.
La noche se nos vino, yo fui a casa de Wilson, ahí me vesti con otra ropa que traía en mi mochila de colegio.
─ Wilson: Faby, ¿por qué me insultas y me ofendes? Te sientes bien al hacerlo. Fabricio: no, no te importa.
─ Wilson: para mi tueres lo major de lo major, desde que te conocí yo he estado contigo por siempre, eh soportado tus petulancies, porque si me has ridiculizado, pero que crees te te quiero mucho y me vale lo que digas aun que me duela me olvido y así de fácil.
─ Fabricio: sal del cuaarto, déjame vestir.
─ Wilson: vistete aquí que no eres hombre, con que te vea no te voy a comer, no te gusta que te vean vestirte.
─ Fabricio: bueno si quieres show gratuito te lo daré
Cuando yo me desveti quedando en ropa interior, aquel cuyo chavo era mi amigo se hacía el tonto para que en descudidos dirigir la mirada hacía mi, vi que se me quedaba viendo fijamente como cuando la saliaba se le hace agua a uno, ahí fue que comprendi que yo le gustaba a Wilson, ahora mi pregunta era ¿y yo qué sentía por él? Era odio o era amor, sabía que una de las dos cosas era rreal en mi y en él, no meinto, no lo niego temía mucho a lmi respuesta salida de mi propio yo.
─ Wilson: del odio al amor solo hay un paso como también dicen que del amor al odio solo hay un pasito también.
─ Fabricio: ¡y! ¿qué con eso?
─ Wilson: quien tea ma hoy mañnana te puede llegar a odiar como nunca lo pienses.
Wilson había salido del cuarto, yo me quede solo, amargas lágrimas corrían por mis mejillas, sentía que lo que él me dijo me dio al corazón aunque de dientes para afuera mintiera bien.
Ahora sabía y co mprendía a quien yo más quería y por quien yo esperaba aceptar cuando terminará esta pesadilla del ma sueño que estaba viviendo, como era possible que pensará en amor con un hombre. Wilson seguramente me vio dandome golpes al pecho y se acerco a mí trayendo entre sus mano un pañuelo el cual había extraido de la bolsa de su camisa, con ese pañuelo me seco las lágrimas y me dijo algo que me intrigo mucho y que si era inteligente lo entendería, y claro que lo entendi solo que me lo trague por cobarde.
─ Wilson: yo tarde algunos años en aceptarlo,, unos tal lo aceptan más rápido que otros; pero hay otros que tal vez nunca lo acepten y vivan atormentados mtandose solos en su machismo; pero solo cuando te aceptes serás libre de tu amargura, podrás reir con ganas de reí y amar de verdad, solo cuando aceptes lo que no quieres aceptar por miedo, solo cuando eso pase serás tu mismo.
─ Fabricio: que te retires eh dicho.
─ Wilson: no sere yo quien te lo diga otra vez, si no que mañana te lo dirá la misma vida; pero eso si, trata de aceptarlo para que te libres de tus amarguras.
Wilson guardo el pañuelo dentro de la bolsa de mi camisa, se dio la media vuelta y se fue. Salio y se fue a la sala, donde se sirvio una copa de buen vino, eso lo se porque lo estube vigilando todo el tiempo.
─ Wilson: duele el amor, duele amar y no ser amado, esta vez el amor me esta matando sin piedad.
Ya en la noche cuando todos llegamos, todo estaba muy hermoso, bailabamos y tomabamos desenfrenadamente. La fiesta se puso colorida cuando Daily’s, contrato un grupo de chicas hermosas, eran especiales bailarinas que animaron la noche mucho más de loq ue ya estaba, yo con unos traguitos demás me diverti al maximo, subi al scenario, baile con ellas dejandome desnudar por ellas, fue una loca, hermosa y sabrosa noche, me la pase incredible, sabiendo que esta era mi ultima noche con ellos.
Todo termino nice hasta que yo anuncie que me iba de viaje, lo chicos cambiaron su humor, se pusieron trsites, vi con dolor como sus rostros se entrristecieron; pero a la vez hicieron un brindis por mi, en especial Wilson quien se hiso sentir con las palabras que dirigio.
─ Wilson: chavos levantemos las copas y brindemos para que aquí al amigo le vaya muy bien, que nunca se olvide de los que lo amamos, que en su nueva vida despierte de la pesadilla en la que cree Dios lo durmio, que cuando despierte se de cuenta que esa pesadilla no soñara más, que un día despertará teniendo por resultado de la pesadilla un Amor de sueños, porque Después de una Pesadilla, encontrará nuevamente su alegría.
─ Daily’s: salud a la salud de nuestro amigo.
Veía que Wilson quería llorar, los chavos lo abrazaban y yo como un estupido congelado me quede de aquellas palabras que me dijo él.
Más tarde mis amigos se fueron a sus casas, yo me quede por hablar con Wilson, a mis amigos les invente que papa pasaría a recogerme al rato, después Wilson me invito a un lugar especial donde nos pusimos a ver las estrellas, veíamos ese brillar hermoso de las estrellas con el dorado color de la bella luna plegada al resplandor de celeste cielo.
─ Wilson: te gusta.
─ Fabricio: claro, claro, es hermopso el paísaje, nunca había observado detenidamente las estrellas y la luna, es que es sencillamente un scenario libre y hermoso.
─ Wilson: ¡no te vayas!
Yo te voltee haber a Wilson, que me pedía que no me fuera y le dije yo con la misma.
─ Fabricio: Wilson ¿por qué me pides eso? ¿por qué Wilson?
─ Wilson: acaso no lo has notado Fabiruchy, acaso no estan evidente Faby.
─ Fabricio: evidente, notar, haber, haber ¿no tar qué?
─ Wilson: ¡tea mo!
─ Fabricio: pero… ¿?
Wilson no me dejaba hablar, me puso un dedo en mis labios y cayó mi voz, comenzo a vereme fijamente como ignotizandome, se acerco a mí y me beso, me beso a mí, mi primer beso, él me beso y lo peor es que yo no lo separé de mi, yo me quede elado del beso, elado que no rrespondi nada, aquel beso magico bajo las estrellas, bajo la belleza que la noche ofrecía ese beso fue un beso magistral, un beso de, de Amor.
Wilson acariciaba mis mejillas, acariciaba mi cuerpo tal y como lo había sentido, como ya otra vez en mi cuarto lo había imaginado, me deje llevar y cuando rreaccione Wilson simplemente solo me veía mientras me acariciaba tiernamente como si fuera yo el amor de su vida.
─ Wilson: amarte en silencio ha sido lo más dificil, perdón, perdona lo que hice; pero si no lo hacía hoy siempre me habría quedado con las ganas de hacerlo, tenía que besar a la persona que amo, a ti.
─ Fabricio: yo… yo… yo, no puedo, no puedo, no debo, no es lo correcto, no puedo.
─ Wilson: te prometo que esperaré a tu regreso, porque se que cuando regreses volveras sin dolor, con luces vendras y un Nuevo amor comenzará para los dos entonces nuestra historia no habrá terminado si no que iniciará apartir de ahí.
─ Fabricio: no, no, yo no quiero, no puedo.
─ Wilson: te esperaré así muera en la espera de tu amor, yo se que vendrás por mi, yo se que te darás cuenta de lo mucho que me amas como yo.
─ Fabricio: yo no te piedo que esperes inutilmente, no te pido algo porque ni yo se lo que quiero, comprende tan solo quiero saber ¿quién soy yo? Perdona, debo irme.
─ Wilson: nunca te olvidez de que tea mo, te amaré, eres y serás mi único amor, mi primer amor, al primero que amo, eres tu.
─ Fabricio: yo no soy, yo no se.
─ Wilson: esa respuesta solo la tienes tu y el tiempo y la distancia te ayudarán a verlo de otra manera.
Deje de ir al colegio, me dedique a dar las gestiones para mi viaje, ya me faltaba poco, uno de estos días me la vivi pensando en aquel beso, el beso que no fue lo que yo pensaba es decir que no fue una aberración, el beso que me dio ese placer tan inexplicable.
─ La criada: joven, lo buscan.
─ Fabricio: ¿qué pase al cuarto?
─ Lacriada: si joven, permiso.
Poco después Wilson entro a mi habitación, iniciamos una conversación que sin proponerselo mama alcanzo a escuchar.
─ Wilson: he venido a tu casa porque te extraño demasiado, ya no has ido al colegio, ya aquel chico que me dice cuanto sobre nombre nombre se le ocurre ya no esta y me hace falta, aquel que ríe de mi, aquel que amo me ha dejado su haciento vacillo.
─ Fabricio: ¡callate! Yo no soy eso, yo no soy eso, yo no lo soy, yo no.
─ Wilson: es ovio que si lo eres, sal del close.
─ Fabricio: te lo adverti, te lo merecías por bocón.
─ Wilson: no este golpe no me lo esperaba, me golpeaste, perfecto te sientes más hombre por este puñetazo en mi rostro.
─ Fabricio: no puedo, no quiero, me averguenzo de ser yo, me averguenzo de mi, llevo cinco año llorando este maldito dolor, esta pesadilla que no me deja despertar, cinco años dejandome morir en vida por esto que odio tanto, yo se como odio a los gay, por eso me cuesta tanto pronunciar esta palabra, porque no es odio el que les tengo si no odio a mi mismo.
─ Wilson: tranquilo, llora sin pena que yo he llorado más, hasta el hombre más macho llora.
─ Fabricio: no quiero, yo no quiero esta vida, ¿que hago?
─ Wilson: pero ¿por qué? Si es tan normal.
─ Fabricio: no sabes lo que es vivir oculto, no sabes lo que es tartar de imitar a tus amigos para que no te noten que eres eso, no sabes lo que es temer a que te descubran y te repudien en tu familia y tus amigos, no sabes que horror es vivir pensado que descubran que soy eso, que sea lo que menos esperan de mi, no sabes lo que es vivir en el miedo, en la insertidunbre cuidando cada paso que das, no sabes lo que es vivir pensando a que cuando mi familia lo sepa me odie y me hechen a la calle, yo soy un inutil que he vivido de ellos y este miedo me esta destrozando en mil pedazos, no puedo ser aunque lo sea, no debo ser eso.
─ Wilson: dime una sola cosa.
─ Fabricio: dime. “Se seca las lágrimas con una tohaya”.
─ Wilson: sientes algo por mi, o el amor solo lo siento yo por ti.
─ Fabricio: rresponderte eso sería admitir que soy eso.
─ Wilson: y no lo eres, hay por favor Faby, has oido que dicen por ahí que Ojo de loca no se Equivoca.
─ Fabricio: largate, vete, vete, no quiero que me ensucies más, no quiero ser pervertido como tu.
─ Wilson: me voy; pero también me voy diciendote que te amo, y te aconsejo que te aceptes tal y como eres, ya eres así de nacimiento, no te hicieron eras desde que naciste, solo sit e aceptas un día serás feliz y ese día si quieres yo estaré aquí esperando por ti, no lo dudes.
Wilson me dijo me dijo cosas hirientes, ahora se que la verdad no peca pero si que incomoda mucho, tan grande era mi dolor que termine en el piso de rrodillas nuevamente como muchas veces atras, estaba ahora llorando y gritandole a Dios, sin saber yo que mama veía mi sufrir, un sufrir que a ella también le afectaría mucho, yo sabía que mama sabía que yo presentía que era anormal, si que era eso que me dolía decir.
─ Fabricio: ¿por qué? 168por qué vida maldita? No quiero esta vida, no la quiero toma, llevatela Dios, no te burles de mi, no quiero esta vida de perros, no quiero ser un mamayita como mi papa les dice a los maricas, no quiero ser un maricota, Dios apiadate de mi dolor, apiadate de mi que muero sin paz, apiadate de mi sufrir, de mi llanto, que duro eres conmigo, porque otros rien, gozan, y yo no ¿por queeé?
Llorar parecía ser mi deporte favorito, no quería esta vida de perros, total hoy decide darle fin a mi vida, me dispuse a ir a la habitación de mis padres, pensando yo que en casa solo estabamos la criada y yo, entre al cuarto de mis padres, nunca me percate de nada, no me fije que mama me seguía los pasos muy triste como yo.
Cuando entre al cuarto rebusque entre las gavetas de ropero, y en una de ellas estaba un arma de fuego, la saque del ropero, era una pistola 22, lo pense tres veces antes de sujetar la pistola entre mis manos, sabía que ese paso significaria el fin de mi vida, de mis sueños y que con ello no solo me mataría yo si no a mi madre también, porque el dolor carcome y eso lo sabía yo major que nadie; pero después de tanto pensarlo la tome y me la puse en los sentidos viendome al espejo, donde vi aquel horroroso episodio de mivida, era un cuadro desesperante, pero hasta ahí me habían llevado mis dudas, o mi valor para aceptarme yo mismo.
─ Fabricio: esto era lo que queries Dios, esto buscabas de mi, ya lo conseguiste, me has puesto en el punto donde me quiero suicidar, yo no quiero ser eso yo no, porque nunca me gusto una mujer, porque no pude ser como aquel que ríe, que goza, que tiene amigos y nos los critica como yo, como aquel que tiene novias y es muy feliz, ¿por qué yo no Dios? Tan diferente soy, ¿por qué? Disparate, matate, quitate la vida, anda presiona el gatillo que acaso hasta para eso eres un cobarde Faby, hasta para finalize con tu dolor eres un estupido que no tienes valor.
Mi madre entro, vi aquel rostro de madre bañado en lágrimas, no podia suicidarme frente a Ella, no podia matar a mi madre conmigo, no lo podia.
─ Margarita: hijo, mi amor, no, no lo hagas, te lo implore, si lo haces vas a matarme a mí contigo.
Aquellas palabras fueron disparos al corazón mío, a ese herido corazón, que repentinamente me deje caer al suelo, cai sentado y avente la pistola aun lado mío, mama cogio la pistola y la guardo en la caja de seguridad, volvió y platico un poco conmigo.
─ Margarita: ¿qué tienes hijo mío?
─ Fabricio: el alma si vida, el alma muerta, el corazón a puñaldo por mi mismo, una vida sin vida, sin colores, una vida sin gozo.
─ Margarita: hijo, ¿tan grave es lo que sucede que has llegado hasta querer suicidarte?
─ Fabricio: soy la verguenza de esta familia, soy un maldito desgraciado, soy la oscuridad, mama no se que soy, no lo se mami, por Dios, no se.
─ Margarita: hijo no es obligatorio saber lo que eres, además eres un chiquito, apenas tienes disisiete, vas para los diesiocho, deja al tiempo que te lo diga, el tiempo le dará respuesta a todas tus preguntas, eres joven, guapo, inteligente, que importa lo que seas si yo te amo, eres parte de mi, eresmi hijo preciosos, no te presiones mi amor, deja que las respuestas a tus mil dudas lleguen solas.
Mama procuraría cambiar mi vuelo para otra fecha más pronta de la que ya estaba predispuesta así fue que me decidí marcharme sin avisar, no sabía cuando volvería, solo sabía que mi viaje llevaba una condena pero que tendría que olvidar.
Los proximos días fueron dificiles hacienda los ultimitos preparativos para mi adelantado viaje y desgastando mi tiempo y mi mente en recordar aquel beso y aquellas palabras que quizás por mucho tiempo había esperado, y al fin cuando lo tuve frente a frente, no supe aceptar la rrealidad de mis sentimientos… así fue como aquel sábado por la mañana subi al coche de mi madre camino al aeropuerto, deje atras mis verdades, mis verdaderos sentimientos y en busca de una claridad mental, a la vez persiguiendo un sueño más haya de las barreras del amor y del afecto que dos personas pueden sentir la una por la otra, entonces yo sabía que ahora si me iba a encontra yo con mi verdad, que ahora si iba a conocer a mi verdadero yo, que iba a dejar atras los miedos cobardes, cuando todo eso pasará sabía que iba alcanzar mis sueños , mis grandes metas.
Con el paso de los años me dedique a estudiar, comenze a buscar ayuda professional como la de los psiquiatras, fui a reuniones con grupos de gay, así fue como descubri lo que yo había descubierto desde mis doces, eso que nunca aceptaba, ahora se que siempre supe que yo era Gay, gay ahora lo pronuncio sin miedo, con libertad, ahora se que soy de preferencia homosexual. Hoy podia mencionar la palabra gay sin miedo, sin dolor, sin temores, sin llantos, esperaba mi regreso.
8 Años después.
Ocho años después decidí volver de Francia ahora volvía convertido en otro, era yo, un chico de 25 años, del que fue Faby el amargado ya no había ni residuos, ahora regresaba un Faby triunfante, un Faby feliz, claro ser gay no siginificba para mi más que una preferencia sexual, ser gay me había enseñado amar sufriendo.
Me encuentro justo al frente de aquel restaurante de la esquina, donde salía comer con mis amigos, yo ando el coche te de mi papa, he decidido entrar para saludar, bueno a quienes me encuentre conocidos.
Justo cuando entraba muy alfondo del lugar en una mesita solito a Wilson, me encontré sorprendido, me miro fijamente, parecía no rreconocerme, a principio pensaba que era por mi barba, por mi diferencia fisica, así es él parecía no rreconocerme o más bien muy sorprendido de verme; pero rápidamente rreacciono, vino hacía mi, me abrazo y me dijo con una voz quebrada.
─ Wilson: ¡que felicidad es verte! Que sorpresa más grande me has dado; pero ¿cuándo volviste? ¿a que horas llegaste? ¿cómo me encontraste? Cuentame, pero Dios mío cuanta elegancia, es emocionante este momento.
Wilson no me dejaba ni hablar y no paraba de abrazarme y sin dejarme ni saludarlo, lo que me dijo fue que fueramos a aquel lugar donde por ultima y unica vez nos besamos, salimos del restaurante, subio al auto y sin cruzar palabra yo conducía y él hablaba como un loro, yo lo miraba con simpatía y sabía que el viejo sentimiento mío por él estaba vivo, como el de él por mi.
Llegamos a aquel lugar tan hermoso que nunca olvide de mis memorias, me volvio abrazar y me dijo algo tan sencillo y hermoso para mi.
─ Wilson: te acuerdas de mi promesa, te acuerdas de lo que te dije, que yo te esperería el tiempo que fuera possible,
Nos tomamos de la mano y sin mucho hablar ahí mismo supimos que eso era nuestro inicio, el gran comienzo de nuestro amor, borraríamos el pasado, el resto de ofensas mías, esas ofensas que solo hacía incrementar mi amr por él, sin saber nada del futuro; pero decidimos estar juntos
─ Fabricio: toda mi vida la desgaste en una pesadilla, sentía que no encajaba en ningún sitio del mundo, las personas que me rodeaban parecían estorbarme y ni en mi propia casa, ni en mi propia familia yo parecía encajar; pero sabes después de todo encontre mi camino, ese camino que había perdido, le pedi perdón a Dios, le prometi no apartarme nunca de Él, encontre mi camino después de todo, no se si sea bueno o malo, solo se que ahora siento que soy feliz, he logrado mis sueños, lo tengo todo mi familia, mi profesión y el amor, después de todo Dios me dio todo, si he logrado una rrelación estable y esto no acaba aquí porque se que aun hay mucho que vivir, nuevos retos, problemas que saber llevar como el resto de los mortals, nadie vive sin problemas en el mundo; pero puedo decir que vivo en un sueño Después de una Pesadilla.
Fin
Los Personajes.
La Familia del Valle Lopez.
Padres de familia.
El sr. Porfirio del Valle y la sra. Margarita Lopez de del Valle.
Los tres hijos.
Fabricio del Valle Lopez.Luis Alexis del Valle Lopez y Monica del Valle Lopez.
Protagonistas.Fabricio
“Faby” y Wilson.
Amigos de Fabricio.
Wilson y Daily’s, otros chicos del colegio.
Para mas informacion de esta historia puede ir al sitio oficial de la misma: